Barcelona, como muchas otras ciudades del mundo, tiene una trayectoria histórica que caracteriza tanto a la urbanística como al estilo de vida de su gente. Si bien tenemos que saber que la mayoría de las calles más conocidas de la ciudad yacen sobre calles romanas. Y es que, la ciudad de Barcino, se alzó encima de una pequeña montaña y se extendió poco a poco gracias a su proximidad al mar y a la expansión del intercambio comercial.
Para entender mejor la historia de la ciudad podemos recorrer la zona del centro de la ciudad, sobretodo en las partes del Gótico y del Raval, dónde yacen un gran número de ruinas y hallazgos de la época romana.
Templo Romano de Augusto
Uno de los secretos del Barri Gòtic son las cuatro columnas del templo romano de Augusto. Escondidas junto a la Plaza Sant Jaume dentro de un pequeño patio medieval, estas columnas son las únicas supervivientes del templo dedicado al culto del emperador. Cuando termina la calle Paradís y se abre la Plaza Sant Jaume, es dónde se cruzaban las dos calles principales de Barcino. Justo al final encontramos la Plaza del Rei y el Museu d’Història de Barcelona, que alberga la excavación subterránea de yacimientos romanos más grande de Europa.
La Necrópolis
Como era habitual en las ciudades romanas las vías cercanas a las que se accedía a a ciudad estaban franqueadas por áreas de entierro. En la Plaza de la Vila de Madrid (situada cerca de la Rambla y la Plaza Catalunya) se conservan 70 tumbas todas del siglo II al III d.C que abrazan los tipos más frecuentes de sepultura romana. La Plaza de la Vila de Madrid se urbanizó durante los años 50 y durante esas obras quedó al descubierto esta antigua necrópolis.
El Acueducto Romano de Barcelona
Las ciudades romanas necesitaban un gran suministro de agua para abastecer las fuentes y termas. En Barcelona estos acueductos suministraban el agua a la ciudad y confluían en la muralla. Situados en la Calle Duran i Bas, se conservan cuatro laterales de los arcos de un acueducto que llevababa el agua desde la actual Montcada hasta Barcino.
Muralla Romana
De todos los restos conservados en Barcelona, sin duda los más impresionantes son los de la muralla. Esta construcción defensiva tiene unos 2000 años de historia y es el monumento más grande de Barcelona, aunque más de 2/3 partes de la muralla permanecen aún ocultas. Podemos seguir el recorrido de la muralla desde la Plaza Nova, por la Avenida de la Catedral, la Plaza del Àngel, la Plaza Ramón Berenguer el Gran o la Plaza dels Traginers dónde, además, veremos una torre romana y un borde de la antigua muralla, en perfecto estado de conservación.
Además, si paseamos por el centro de de la ciudad podemos encontrarnos, en cualquier rincón, con otros restos como la cuarta puerta del Mar en la calle Regomir, o el fórum romano cerca del Palau de la Generalitat. Incluso podemos encontrar tiendas y cafeterías con fragmentos de restos antiguos, como La Granja, que ofrece cafés y chocolates entre paredes integradas en pedazos de muralla romana. Te animamos a descubrir lugares y locales con fragmentos de la historia de Barcelona!
Europa enamora. Contiene ciudades increíbles repletas de cultura, historia y servicios de ocio que son perfectas para el turismo. Este es el caso de Barcelona, la conocida “ciudad condal”, y el caso de Praga, una ciudad que parece sacado de un cuento de hadas, este es el motivo por el que ambas localidades son de las más visitadas en todo el continente y, de hecho, anualmente millones de personas deciden buscar un alojamiento en Barcelona o un alojamiento en Praga para poder descubrirlas de pe a pa.
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